DESCARTES Y GALILEO: EL MÉTODO CIENTÍFICO
Para Descartes el método propuesto por Galileo era inválido, por lo que estableció su propio método, de apariencia científica, basado en el mecanicismo, el cual sostiene que todos los seres complejos no son nada más que el resultado del movimiento de las partes; por ende, tanto los animales como el hombre (su cuerpo) son máquinas sin una auténtica individualidad. Por ello, dicho método se reduce en dos pasos fundamentales: el análisis, el objeto descompuesto en partes simples para su estudio, y la síntesis, las partes juntadas de nuevo en un único mecanismo por medio de las leyes del movimiento. En consecuencia, la ciencia puede contestar a cualquier pregunta, pues cualquier objeto puede ser descompuesto en sus partes.
Por otro lado, el método cartesiano corresponde a una concepción pre-galileana de la ciencia. En efecto, mal entendió y contradijo cada punto del método científico propuesto por Galileo. En primer lugar, para Descartes el método de la ciencia natural se quedad deductivo, pues empieza por los principios primeros - como se verá en su concepción sobre la razón - y deduciendo de esos todas las propiedades particulares. En segundo lugar, habla de experimentos, pero solo los entiende como simples observaciones ya que la experiencia sensible no es fiable. En tercer lugar, sí usa las matemáticas, pero como modelo de su método deductivo y no como instrumento. Por último, rechaza la autoridad solo porque piensa que él solo puede realmente entender su método.
Por todo lo anterior, Descartes no puede ser considerado como un científico moderno, ya que su método a priori (deductivo-mecanicista) no tiene ninguna relación con la ciencia, iniciada por Galileo; por el contrario, puede ser solo calificado como filósofo o matemático. En efecto, Descartes no dio ninguna contribución directa a la ciencia natural, ni descubrió el principio de la inercia, aunque tuvo una intuición más sería que la de Galileo.
DESCARTES Y LA IDEA DE RAZÓN

Además, como instrumente de la deducción, Descartes emplea la duda, que es solo metodológica, porque después de haber cumplido con su tarea de ayudar a rechazar todo lo que no es cierto, tiene que ser superada. Y la manera de superarla es que todo lo que no es evidente tiene que ser deducido del cogito. En consecuencia, este último determina no solo qué soy sino qué cosas soy: una cosa que piensa ("res cogitans") y, por tanto, no tiene materia; lo que sí tiene materia ("res extensa") es contrapuesta. Descartes pretende establecer la esencia de la materia y reduce sus propiedades a meras propiedades geométricas. Es decir, aquel termina en un dualismo metafísico entre el mundo de la materia y del espíritu, donde ambos coexisten pero sin ser realmente juntos.
Todo lo anterior se debe a que Descartes decide basarse exclusivamente en una razón auto suficiente: el racionalismo, el cual, según el doctor Paolo Musso*, es el auténtico dogma central de la modernidad. No obstante, el problema esencial de Descartes es el mismo que empujó a Galileo a actuar su revolución metodológica: que el mundo es contingente. Es decir, el mundo, siendo su existencia no necesaria, no puede ser deducida por ningún principio lógico, o lo aceptamos como un dato o lo perdemos. Por ello, es necesario seguir la sugerencia del dato, de la realidad.
Para Galileo la razón era como una ventana abierta de par en par a la realidad que el hombre posee y experimenta como suya en la medida que se adhiere a ella, la obedece. La duda metodológica de Descartes no tiene nada que ver con el auténtico método científico, pues desemboca en un escepticismo absoluto. En cambio, si se entiende la duda como pregunta se cambiaría a un método como el de Galileo: "se duda solitos, pero se pregunta a otro diferente y fuera de nosotros". No hay otra manera de hacer ciencia que la de preguntar y seguir preguntando a la realidad, pero siempre basarnos en las certezas que nos ha dado más que en las preguntas para no caer en una duda paralizante. Esa es la opción que podemos seguir.
*Paolo Musso, Doctor en filosofía de la ciencia, es profesor de Filosofía de la Ciencia en la Università dell’Insubria de Varese, y profesor visitante de Epistemología en la UCSS.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
MUSSO, Paolo, Epistemología, Fondo Editorial UCSS. Lima, 2012
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